Trucos para ligar a través de internet

Parecen historias de tiempos antiguos y apenas recordados en que la mayoría de la gente se conocía por primera vez de manera inesperada, a fuerza de casualidades ajenas a cualquier control permitiendo  que dos desconocidos coincidieran en un mismo espacio hasta que de pronto ocurriera el milagroso accidente de establecer una conexión capaz de derivar posteriormente en un interés romántico o sexual. De este modo eventos sociales como fiestas o recomendaciones entre amigos comunes se convertían en los enlaces para unir a las personas y luego desarrollar conexiones interpersonales de manera directa y franca. Esta curiosa forma de interactuar con alguien por primera vez ha ido mermando para darle lugar a una nueva forma de contacto «humano»: ligar a través de internet.

 

Pero no seamos fatalistas. El internet y las redes sociales nos han acercado con un montón de personas que de otro modo jamas hubiéramos conocido, de distintas partes del mundo o incluso cerca de nosotros, a las que apreciamos al darnos cuenta de que tenemos cosas en común, compartimos intereses semejantes o nos gusta la manera en que se expresan (por no hablar de esas fotos de perfil atractivas que nos causan una buena primera impresión). Y sí, los tiempos han cambiado y el mito del «amor a primera vista» ha perdido su encanto siendo sustituido por otra expectativa: «amor a la primera conversación» o al menos el suficiente interés instantáneo para querer pasar de lo virtual a lo real.

 

Pero cuándo se trata de ligar a través de internet ¿nos enfrentamos a un territorio sin reglas? ¿O las creamos a medida que descubrimos ventajas y fallas en esta nueva manera de «conectarnos»? ¿En qué momento surge un comportamiento considerado indebido? ¿Qué determina el éxito de una conversación online para conseguir una cita en el mundo real? ¿Cómo confiar en la identidad online de alguien?  ¿Nos hacemos mayores expectativas cuando hablamos con alguien que nos seduce por lo que escribe y luego nos preocupa que este no se corresponda con nuestra impresión ideal al conocerlo en vivo y directo? ¿Y si somos nosotros quienes damos la impresión equivocada? Muchas preguntas  revolotean en nuestra mente aunque no nos atrevamos a confesarlas y no son menos los miedos que se acumulan desde el momento en que alguien da el primer paso para establecer una conversación online, con un simple «hola, ¿cómo estás?» hasta que finalmente llega el momento de decir: «Es tiempo de conocernos.»

 

Vale decir que las reglas para ligar a través de internet son las mismas reglas que han definido la seducción exitosa desde siempre: acción y reacción, la mezcla perfecta entre honestidad y misterio y, lo mas importante de todo, que haya consenso entre ambas partes. En ese sentido la primera regla fundamental es aprender distinguir entre la desdeñosa ausencia de respuestas, la fría cortesía o el verdadero interés. Esto funciona así: algunas personas son más francas y si no eres de su agrado te lo expresarán de inmediato. Pero la mayoría de las personas son un poco más tímidas o renuentes a rechazar a alguien directamente (por miedo o culpa) optando en cambio por dar señales «sutiles» que sean interpretadas como «no estoy interesado, deja de hablarme».

 

Por lo tanto que alguien te responda cuando le hablas no significa que ya hayas ligado exitosamente. Las respuestas deben sentirse fluidas, no exclusivamente a partir de monosílabos y con algunos rastros de entusiasmo (signos de exclamación, emojis, etc). Tanto la falta de respuesta como las respuestas tardías o cortantes son signos claros de absoluto desinterés, y no es saludable interpretarlas con un doble significado. La prueba del verdadero interés es la correspondencia: que ambas personas se escriban, que ambas demuestren querer saber lo que el otro hace o piensa y manifestar deseo de verse cuando sea el momento adecuado. Por lo tanto, si esto no se cumple en una conversación con alguien de tu interés, es mejor retirarse y evitar convertirse en una molestia (o, en casos peores, ser malentendido como un acosador). Si acaso ha sido una malinterpretación de tu parte (sea por introversión o algún rasgo particular de su personalidad no acostumbrada a corresponder las conversaciones con un mismo nivel de entusiasmo), esa persona te buscará al notar tu ausencia prolongada. No fuerces una conexión solo porque te sientes particularmente interesado por una persona. Si no hay consenso, no puede haber resultados.

 

Ligar a través de internet puede llegar a ser tanto un arte de seducción como un desastre en la incapacidad de lograr empatía. La honestidad es fundamental para el éxito posterior; y por eso tanto en imagen como en palabra uno debe ser quien dice ser, uno debe comportarse como se comporta en el mundo real. Evita usar falsas fotos bien sea de otras personas distintas a ti o de una edad en la que lucías distinto y ya no tienes nada que ver con ese look. Por supuesto, es válido que uses tu mejor foto de perfil pero esta no debe contener rastros de mentiras que luego se hagan evidentes en una futura cita. Por otro lado, cuando hablas con alguien desconocido y vas descubriendo que te resulta atractivo tanto físicamente (por como se ve en sus fotos) como intelectualmente (la manera en que escribe) muchas veces caemos en la trampa de la «desnudez emocional».

 

Si se trata de ligar a través de internet con el propósito de entablar una conexión que se traduzca en resultados conforme a expectativas de tener citas o conseguir una potencial relación amorosa, ningún tipo de desnudez (física o emocional) generará buenos resultados. No hables en exceso sobre ti, a riesgo de ser visto como ególatra, pero especialmente no reveles información demasiado intima o personal sobre tu familia o antiguas relaciones. Es posible mantener conversaciones profundas con un cierto nivel de intensidad sin necesidad de exponerse por completo. Se trata de ir descubriendo a la otra persona, pero teniendo claro que no podrán decir que realmente se conocen hasta no haberse visto. Reserva información para ese momento especial.

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